Las várices esofágicas son venas dilatadas que se encuentran en el esófago, el tubo que conecta la garganta con el estómago. Estas venas dilatadas pueden desarrollarse debido a la presión excesiva en el sistema venoso del esófago, generalmente causada por una enfermedad hepática crónica, como la cirrosis.
Las várices gástricas, por otro lado, son venas dilatadas que se presentan en el estómago. Estas várices también están asociadas a enfermedades hepáticas avanzadas, como la cirrosis, que ocasiona una presión excesiva en las venas del sistema portal, que es el sistema de venas que lleva la sangre desde los órganos abdominales al hígado.
¿Cómo afectan las várices esofágicas o gástricas tu salud?
Las várices esofágicas, si no se tratan adecuadamente, pueden llegar a ser muy peligrosas. Estas venas dilatadas son propensas a la ruptura, lo que puede causar hemorragias internas graves y potencialmente mortales. Si experimentas síntomas como vómito con sangre o deposiciones negras y alquitranadas, es importante buscar atención médica de inmediato.
Riesgos de las várices gástricas:
Al igual que las várices esofágicas, las várices gástricas también pueden presentar riesgos para la salud. La ruptura de estas venas dilatadas puede causar hemorragias internas y complicaciones graves. Si tienes síntomas como sangrado gastrointestinal, debes buscar atención médica de inmediato.
La endoscopia puede ayudar a tratar las várices esofágicas o gástricas
La endoscopia es un procedimiento médico que utiliza un endoscopio, un tubo delgado y flexible con una cámara en el extremo, para examinar el interior del esófago o el estómago.
La endoscopia permite a los profesionales de la salud detectar la presencia de várices esofágicas o gástricas, evaluar su gravedad y determinar el mejor curso de tratamiento.
Tratamiento de las várices esofágicas o gástricas mediante endoscopia
La endoscopia terapéutica se utiliza para tratar las várices esofágicas o gástricas de manera efectiva. Durante el procedimiento, se pueden realizar diversas técnicas como ligadura con bandas elásticas o escleroterapia, que ayudan a reducir el tamaño y la presión de las várices, disminuyendo el riesgo de ruptura y hemorragia.
Tu Salud es Nuestra Prioridad
Si estás experimentando síntomas relacionados con várices esofágicas o gástricas, es fundamental que busques atención médica de inmediato. La endoscopia es una herramienta efectiva para diagnosticar y tratar estas afecciones, lo que puede ayudarte a prevenir complicaciones graves y mejorar tu calidad de vida.
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